lunes, septiembre 21, 2009

Actualizado Índice Dow Jones de Sostenibilidad

Comunicarseweb.com.ar, Septiembre de 2009 .

SAM, la agencia de calificación en sostenibilidad, junto con el Dow Jones Indexes y Stoxx Ltd., dos de los principales proveedores de índices globales, anunciaron la semana pasada los resultados de la revisión anual de 2009 para el Índice de Sostenibilidad del Dow Jones y Dow Jones STOXX . 33 empresas lograron unirse al Dow Jones Sustainability World Index (DJSI World), mientras que 33 empresas fueron eliminadas dejando el número de componentes sin cambios, en 317. Las adiciones a la DJSI World incluyen a Johnson & Johnson, Coca-Cola, y Samsung Electronics, mientras que las supresiones son National Grid, Mitsubishi Estate, y SABMiller.

El índice DJSI sigue el enfoque del "Best in class" conformado por los líderes en sostenibilidad de cada sector a nivel mundial y regional, respectivamente. El examen anual de la familia de índices DJSI está basada en un análisis exhaustivo del desempeño económico, ambiental y social de las empresas, la evaluación de cuestiones como la gobernanza empresarial, gestión de riesgos, la marca, la mitigación del cambio climático, las normas de cadena de suministro y las prácticas laborales. Representa tanto generales como específicos de la industria los criterios de sostenibilidad para cada uno de los 58 sectores definidos.

Los nuevos "Líderes 2009/2010 Supersector" son Adidas (Personal y Hogar Mercancías), Aracruz Celulose (Commodities), ANZ Banking Group (Bancos), BMW (Automóviles), Cemig (Utilidades), DSM (productos químicos), GPT Group (Real Estate), Investimentos Itaú (Servicios Financieros), Martín Pescador (Retail), Nokia (Tecnología), Panasonic Electric Obras (Construcción y Materiales), Pearson (Media), Roche (Atención de Salud), Sodexo (Viajes y ocio), Swiss Re (seguros), Telefónica (telecomunicaciones), TNT (Industrial Goods & Services), Total (petróleo y gas), y Unilever (Alimentación y bebidas).

"La Revolución Resonsable" según la revista Times

Septiembre de 2009.


La revista Time dedica su última edición a describir la "Revolución Responsable" que se está produciendo en los Estados Unidos, y que tiene como principal protagonista e impulsor al mismísimo presidente Barack Obama quien en una entrevista cuenta cómo inició su carrera política como voluntario del servicio público en Chicago. El informe presenta además datos y estadísticas sobre, voluntariado, consumo responsable, comercio justo, productores orgánicos, energías renovables y un listado con los25 pioneros de la responsabilidad en EE UU, entre los que destaca a las empresas Cadbury, Starbucks, GAP , Wal-Mart , General Electric e Interface.

  1. Reciclye Bank, el Banco de Reciclaje es un proyecto que ha involucrado a 1 millón de personas en 20 Estados que pretende “hacer económicamente atractivo reciclar”.
  2. Living Goods, otorga microcréditos a mujeres de Uganda para ayudar a mejorar su calidad de vida.
  3. Huw Kingston, ha logrado que Bundanoon, un pequeño pueblo de Australia, se convierta en la primer ciudad del mundo en dejar de vender agua embotellada.
  4. Starbucks, y su camino a convertirse en el “café ético” del mundo.
  5. Cadbury, otra marca que apuesta por usar materia prima con criterios de comercio justo, además de impulsar iniciativas para racionalizar su consumo de recursos naturales.
  6. Sonal Shah, esta mujer proveniente del mundo de las corporaciones está a cargo de la oficina de Innovación y Participación Ciudadana de la Casa Blanca, con un presupuesto de U$S 50 millones para impulsar iniciativas innovadoras.
  7. Rebecca Hosking, convirtió a su ciudad natal -Modbury, en Inglaterra- en la primera en reemplazar las bolsas de plástico por las de tela y reutilizables.
  8. Kickstart, hace 18 años crearon “bombas de riego” para fomentar la agricultura en los países pobres de África.
  9. Daxu, una cocina para contribuir a la deforestación y la mitigación del cambio climático en China.
  10. PeaceWorks, una empresa de Daniel Lubetzky que se propone hacer negocios con el único beneficio de contribuir a la paz entre naciones enemistadas.
  11. Embrace, incubadoras sustentables para bebés de la India, desarrollada por un equipo de investigación de la Universidad de Stanford.
  12. Better World Books, un sistema que rastrea los libros menos frecuentados en las bibiliotecas de universidades y colegios para venderlos por internet y ayudar con esos fondos a enseñar a leer a nuevas personas.
  13. LaDonna Redmond, una mujer que tiene como objetivo abrir un mercado de alimentos en el Sur de Chicago que se encuentren libres de pesticidas, para fomentar una alimentación más saludable.
  14. Nidan, una organización en la India que desde 1995 nuclea a trabajadores ambulantes e informales para organizarlos en cooperativas y generar negocios desde la Base de la Pirámide.
  15. Walmart, la apuesta de un gigante para pasar de ser un modelo de negocios “cruel” a uno “sustentable.
  16. Cleanfish, trabaja para que la cadena de valor de la industria pesquera de San Francisco sea más “eco-consciente”, conectando entre sí a sus integrantes.
  17. Acumen, es una empresas de inversión en capitales de riesgo… pero en proyectos sustentables y en países donde generalmente nadie quisiera invertir.
  18. D.light Design, una empresa que vende lámparas de energía solar en países pobres y en zonas en las que generalmente carecen de energía eléctrica.
  19. Katie Fewings, es la creadora de las “Bodas Éticas” que ayuda a los novios a ofrecer a sus invitados productos de comercio justo y hasta vestirse con prendas orgánicas para ofrecer una boda más responsable.
  20. Ashoka, la red de emprendedores sociales más grande del mundo que inició su trabajo en 1980 de la mano de Billy Drayton.
  21. Amy Domini, asesora a ejecutivos para que inviertan en fondos éticos y sustentables. Su filosofía de inversión ética es simple: “El futuro del planeta es tan importante como un informe de ganancias”.
  22. Melissa Schweisguth, es experta en sustentabilidad y declara vivir su vida de acuerdo a sus valores. Ayuda a empresas a reducir su huella de carbono y a tomar conciencia de los residuos y su recliclado.
  23. GAP, a raíz de un problema de trabajo infantil en los 90 cambió el foco de su política de negocios por la de la responsabilidad. Bajó un 20% sus emisiones de carbono y estableció canales de diálogo con los proveedores.
  24. General Electric, está apostando todo a su línea verde de negocios: eco-imagination.
  25. Interface, es una fábrica de alfombras que desde que decidió realizar un plan ambiental para su cadena de valor no sólo aumentó sus ganancias sino que proporcionó “una visión” para la compañía.

jueves, septiembre 10, 2009

Ley de transparencia: verdades y desafíos

Leonardo Javier Castillo Cárdenas, FLACSO, Septiembre 2009.
Resumen

Hoy por hoy nadie discute que la corrupción se erige como uno de los principales riesgos para la estabilidad y legitimidad de las instituciones democráticas. Su tratamiento, a pesar de la aparente novedad que lo reviste, ha sido abordado desde hace largo tiempo por la filosofía y la ciencia política.

Norberto Bobbio (2003) nos recuerda que el “recurso al secreto” ha sido considerado durante siglos la esencia del arte de gobernar. Uno de los capítulos que no podía faltar en los tratados de política en un período que duró un largo tiempo —de Maquiavelo a Hegel— que se suele llamar de la Razón de Estado, versaba sobre las circunstancias y las razones del ocultamiento. El poder —prosigue el profesor italiano— siempre ha sido concebido a imagen y semejanza de Dios, que es Omnipotente precisamente porque es el Omnividente invisible.

Al respecto, es imposible no relacionar dicha idea con el panóptico de Bentham que Foucault (2002) definió como una máquina para disociar el binomio ver-ser visto: “El panóptico es una máquina de disociar la pareja ver-ser visto: en el anillo periférico, se es totalmente visto, sin ver jamás; en la torre central, se ve todo, sin ser jamás visto”. El propio Bentham consideraba que este modelo arquitectónico, ideado para las cárceles, podría ser extendido a otras instituciones. El modelo sería llevado al Imperio del Gran Hermano, descrito por Orwell (2005) , donde los súbditos están permanentemente bajo la mirada de un personaje del que no saben nada, ni siquiera si existe. La literatura nos plantea, también, el poder que se ejerce precisamente mediante dicha disociación ver- ser visto en el proceso de Kafka (1985) donde Joseph K no ve al magistrado sino de manera borrosa en una ventana del tribunal. Es en dicho caso precisamente donde la “falta de transparencia” hace patente el miedo que genera el secreto y el poder al que está coligado.

Immanuel Kant (1999), por su parte, en un apéndice al Ensayo la paz perpetua, plantea la cuestión de la posible convergencia entre la política y la moral. Sostiene que la única manera de garantizar que ello suceda es la condena del secreto de los actos de gobierno y la institucionalización de su publicidad, o sea, una serie de reglas que obliguen a los Estados a rendir cuentas de sus decisiones al público y, de esta manera, se haga imposible la práctica de los arcana imperii, los secretos del poder, que caracterizan a los Estados despóticos. “Las acciones referentes al derecho de otros hombres son injustas si su máxima no admite publicidad”. En efecto, una máxima que no puedo manifestar en alta voz, que ha de permanecer secreta, so pena de hacer fracasar mi propósito; una máxima que no puedo reconocer públicamente sin provocar en el acto la oposición de todos a mi proyecto; una máxima que de ser conocida suscitaría contra mi una enemistad necesaria y universal porque encierra una amenaza injusta al derecho de los demás”. El presupuesto de este discurso kantiano está claro: el mantener en secreto un propósito o un pacto o, si fuese posible, cualquier disposición pública es ya de por si una muestra de su ilegalidad.

Max Weber (1996) se refirió a la conexión entre la democratización de la sociedad y la burocratización: "Cada burocracia busca incrementar aún más la superioridad del oficial profesional por medio de mantener secreto su conocimiento e intenciones. La administración burocrática siempre tiende a excluir al público, a ocultar de la crítica su conocimiento y acción tanto como pueda. Esta tendencia hacia el secreto es una consecuencia de su naturaleza objetiva en ciertos ámbitos administrativos: esto es, dondequiera que los intereses de poder de la estructura dada de dominación hacia el exterior están en cuestión, ya sea el caso de competidores económicos de una empresa privada o el de gobiernos extranjeros potencialmente hostiles en el campo público. Sin embargo, los puros intereses de poder de la burocracia ejercen sus efectos mucho más allá de estas áreas de secreto funcionalmente justificadas. El concepto de "secreto oficial" es la invención específica de la burocracia y pocas cosas son defendidas tan fanáticamente por ella como esta actitud, la cual, fuera de las áreas específicas mencionadas, no puede ser justificada con argumentos puramente funcionales. Al enfrentar un parlamento, la burocracia, a partir de un instinto seguro por el poder, pelea cada intento de esa institución por ganar a través de sus propios medios un conocimiento experto para las partes interesadas. La burocracia naturalmente prefiere un parlamento pobremente informado y por ende sin poder al menos en cuanto esta ignorancia sea compatible con los propios intereses de la burocracia".

La revalorización de la libertad, así como del mercado y los movimientos de reforma del Estado , han traído a colación la necesidad de transparentar la forma de tomar las decisiones, así como los resultados y efectos provocados por dichas decisiones. Hoy, el concepto de transparencia constituye casi un lugar común, el cual es necesario comprender a cabalidad a fin de entender sus alcances y los desafíos que implica.

viernes, septiembre 04, 2009

La experiencia española en la constitución de una alianza

Septiembre del 2009, Seminario RSE (www.seminariorse.cl)


Juan José Barrera Cerezal, Director General de Economía Social, del Trabajo Autónomo y de la Responsabilidad Social de las Empresas, del Ministerio de Trabajo e Inmigración, y Secretario del Consejo Estatal de Responsabilidad Social de las Empresas.

Hablar de responsabilidad social de las empresas, es hablar de desarrollo sostenible. Es este último concepto el que sirve de guía a los Gobiernos, pero también a toda la sociedad civil, para avanzar en la consecución de un crecimiento económico estable, pero del que se beneficien todos los ciudadanos, lo que supone conseguir, además, la cohesión social y preservar el medio ambiente.

Las actuaciones que realizan las empresas, como parte fundamental del aparato productivo, para la consecución de este deseado objetivo del desarrollo sostenible, cuando lo hacen de forma voluntaria complementando las actuaciones de los Gobiernos, es lo que se viene entendiendo como responsabilidad social de las empresas.

En este contexto, el Gobierno Español considera que las buenas prácticas que las empresas realizan en ámbitos sociales y medioambientales, complementariamente al cumplimiento de las normas legales, pueden ser fomentadas por los poderes públicos, y para ello se hace necesario definir una política de fomento de la responsabilidad social de las empresas en las que participen activamente todos los actores relacionados con este concepto. Lógicamente el Gobierno y las empresas, pero también los sindicatos de trabajadores y organizaciones sociales que defienden, entre otros, al consumidor, los derechos humanos y el medio ambiente deben colaborar.

Durante los últimos años, en España ha habido diversos foros vinculados a la responsabilidad social de las empresas, pero especialmente hubo tres foros cuyas conclusiones han servido como referente para diseñar la política de fomento de la responsabilidad social de las empresas del Gobierno de España.

Un foro lo creó el propio Parlamento español, que elaboró un documento que recoge lo más destacado de las opiniones y 58 recomendaciones, aprobadas por todos los grupos parlamentarios.

Otro foro, fue creado por el Ministerio de Trabajo, denominado Foro de Expertos de responsabilidad social de las empresas, en el que participaron varios Ministerios del Gobierno español, asociaciones de empresas comprometidas con la responsabilidad social, organizaciones no gubernamentales relacionadas con la defensa de los consumidores, medio ambiente, derechos humanos, y también expertos individuales en gran parte relacionados con el ámbito académico.

También, este foro aprobó un documento del que se puede destacar una definición sobre la responsabilidad social de las empresas y 29 conclusiones.

El tercer foro, es el que se refiere al dialogo social entre las organizaciones representativas de los empresarios, los sindicatos de trabajadores y el Gobierno, que aprobaron un documento en el año 2007 que contempla 10 recomendaciones.

Los tres documentos tienen un importante grado de similitud, y hay una recomendación común: se solicita al Gobierno que cree un foro permanente de dialogo entre todas las partes interesadas en la responsabilidad social de las empresas, que sirva también para asesorar al Gobierno en relación a esta materia. De esta demanda surge la creación del Consejo Estatal de Responsabilidad Social de las Empresas, CERSE.

El CERSE, se constituye como el más importante instrumento de participación de los ámbitos público y privado sobre responsabilidad social de las empresas entre las organizaciones empresariales, sindicales, sociedad civil y Administraciones Públicas. Es una de las experiencias más valoradas en distintos foros internacionales, y en particular en la Unión Europea.

El CERSE tiene como objetivos, entre otros, proponer al Gobierno iniciativas que fomenten la responsabilidad social de las empresas, de las Administraciones Públicas y de otras organizaciones y entidades sociales, y promover los estándares o características que deben contemplar las memorias de responsabilidad social de las empresas y las herramientas adecuadas para su seguimiento.

Otro objetivo importante del Consejo, es el que hace referencia a analizar el desarrollo de la responsabilidad social de las empresas en España, en Europa y en otros países. Por lo tanto, también, analizará el papel de las empresas españolas en América Latina.

El CERSE lo preside el ministro de Trabajo y está constituido por 56 miembros, 14 por cada uno de los cuatro grupos siguientes: organizaciones empresariales, sindicatos, otras organizaciones sociales y los tres niveles de Administraciones Públicas, la Central, la Autonómica y la Local.

El Consejo ha creado cinco grupos de trabajo. Uno de los temas que va a abordar es el referente al papel de la responsabilidad social de las empresas ante la actual crisis económica, buscando nuevas formas de actuar que corrijan errores pasados y que nos lleven a diseñar un modelo productivo más competitivo, pero también más sostenible, donde la libertad del mercado no sea incompatible con la existencia de normas que regulen su funcionamiento, donde la transparencia sea un valor empresarial, y en el que el concepto globalización no suponga solo más mercado, sino la transmisión de valores sociales y medioambientales. En esta labor la alianza entre lo público y lo privado tiene un gran valor.

El rol de los gobiernos en la Responsabilidad Social: El caso europeo

Septiembre 2099, seminario RSE (www.seminariorse.cl)
Josep M. Lozano, Instituto de Innovación Social ESADE.


Hoy la RSE ha entrado en la agenda política de la mayoría de gobiernos europeos y de otros países. Los gobiernos se enfrentan a un desafío social importante: están dando respuesta al nuevo papel de la empresa en el actual proceso de desarrollo económico y a los consiguientes retos sociales y medioambientales que se plantean. Además, la Comisión Europea pide que estas políticas nacionales de RSE estén en consonancia con las políticas comunitarias y los estándares y códigos internacionales.

Muchos gobiernos europeos han empezado a desarrollar y a diseñar acciones y políticas gubernamentales en el marco de la RSE. En general, los gobiernos no han adoptado políticas de obligatoriedad de la RSE, sino que han potenciado la dinamización, la facilitación de políticas que favorezcan la RSE, el desarrollo de estándares y las prácticas de información que promuevan la RSE y la creación de espacios de diálogo y partenariado. En estos roles, los gobiernos y las administraciones públicas tienen un papel fundamental, difícilmente sustituible.

La Comisión Europea define la RSE como "la integración voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y en sus relaciones con sus interlocutores" (Comisión Europea, 2001). La manera como la Comisión ha planteado esta cuestión subraya dos aspectos: el qué y el cómo. En lo que respecta al qué, ha puesto énfasis en el hecho de que las empresas deben asumir compromisos sociales y medioambientales en sus actuaciones; en cuanto al cómo, ha puesto el acento en la voluntariedad.

Pero la acción de los gobiernos en relación con la RSE es indisociable de su respuesta a algunos de los principales retos actuales. Porque, cada vez más, el auge de la RSE se vincula con los retos generados por la globalización económica; con la crisis y los cambios del estado de bienestar; con la búsqueda de nuevas formas de gobernanza; con nuevas relaciones entre los gobiernos y otros actores sociales; y con la emergencia de nuevas demandas sociales. Se trata de asumir que la gobernanza social en nuestro mundo interdependiente pide, al mismo tiempo, una nueva visión de la contribución de las empresas a la sociedad, una nueva relación entre los actores políticos y los empresariales, y la capacidad de desarrollar un diagnóstico y una perspectiva compartidos acerca de cuáles son los principales retos de nuestras sociedades que permitan contextualizar esa visión y esa relación.

En la Unión Europea existen distintos modelos de aproximación desde las políticas públicas a la RSE. Cada país ha ido orientando la RSE hacia los temas sociales o medioambientales más adecuados según su proceso de desarrollo del estado del bienestar, y en función de la relación existente entre la empresa, el gobierno y la sociedad civil. Es necesario resaltar, desde esta perspectiva que la elaboración e implementación de políticas públicas de RSE no solo se entiende en la relación tradicional de la acción de los gobiernos (administraciones públicas) hacia el sector privado (empresas) sino que implica hoy a todos los actores sociales: sector público, sector privado, sociedad, y especialmente las intersecciones entre todos ellos, en una perspectiva relacional.

Así pues, para analizar las políticas públicas de RSE hay que tener en cuenta a los actores involucrados y sus contextos y, más en concreto:
· Los perfiles y modelos de actuación adoptados por los gobiernos.
· Los programas y políticas públicas.
· Los discursos que los gobiernos han elaborado sobre el concepto de RSE atendiendo a la difusión, los medios y los organismos utilizados.
· La incorporación de la RSE en la estructura organizativa.

Bajo estos criterios, podemos identificar cuatro modelos de aproximación a la RSE en Europa; los podemos denominar: partenariado, business in the community, sostenibilidad, y ágora.
Es probable que en todos los modelos, en la medida que se desarrollen polítcas públicas de RSE, se consolide en el futuro inmediato un doble discurso bajo la etiqueta RSE: una RSE como discurso sobre los acuerdos mínimos que se pretenden incorporar, de hecho, a la práctica empresarial, con conciencia de RSE o sin ella; y una RSE como discurso de excelencia e innovación empresarial para empresas comprometidas activamente con ella, y válido para un porcentaje relativamente reducido de empresas.

Pero incorporar una política de RSE genera sus propias preguntas: ¿habrá una política propia y específica de RSE por parte del gobierno, o no?¿Política desde un ministerio, o política de un ministerio? ¿Política de RSE, o RSE en las políticas de todos los ministerios implicados? ¿Política de RSE orientada desde el gobierno o política de RSE orientada hacia la gobernanza? Como criterio general creo que la RSE requiere menos regulación y más política. Y creo que –en general, pero también para la RSE- vienen tiempos en los que se requerirá un enfoque de los retos que tenemos planteados más en clave de visión política que de gestión administrativa: aunque ambas son necesarias, la primera es imprescindible. Y entre estos retos está el asumir definitivamente que la RSE en términos políticos no puede sostenerse sobre sí misma (no es, pues, autosuficiente) sino que debe incardinarse explícitamente en una agenda económica, social, ambiental e internacional. Agenda que es responsabilidad del gobierno, en la medida que cada vez es más conveniente hablar también de la responsabilidad del liderazgo.