miércoles, marzo 15, 2006

''MONITOR DE RESPONSABILIDAD CORPORATIVA 2006''


Encuesta MORI ''Monitor de Responsabilidad Corporativa 2006''
Ante la pregunta sobre cuál es la gran compañía no responsable socialmente, el 14% eligió a Telefónica con el mismo porcentaje que en 2005. Un 5% mencionó a Aguas Andinas -a pesar de tener sólo presencia en la Región Metropolitana- y a Celulosa Arauco, ésta última, si bien no entrega un servicio a los consumidores, fue castigada por el desastre ambiental en el río Cruces.

Telefónica, Aguas Andinas, Celulosa Arauco, las constructoras, Chilectra, Mc Donald's, Falabella y Líder aparecen en el top ten de las empresas con menor responsabilidad, según la encuesta MORI ''Monitor de Responsabilidad Corporativa 2006''. Ante la pregunta sobre cuál es la gran compañía no responsable socialmente, el 14% eligió a Telefónica con el mismo porcentaje que en 2005. Un 5% mencionó a Aguas Andinas -a pesar de tener sólo presencia en la Región Metropolitana- y el mismo porcentaje Celulosa Arauco, ésta última, que si bien no entrega un servicio a los consumidores, fue seguramente castigada por la destrucción ambiental en río Cruces. A juicio de MORI, los resultados del informe 2006 establecen que ''las empresas se ven castigadas por escándalos, accidentes, errores, que salen en los medios de comunicación. En segundo lugar, las empresas que han sido privatizadas, como Telefónica, Aguas Andinas y Chilectra, acusan el problema particular de cómo se instalaron las privatizaciones de los servicios públicos. Este es un fenómeno que se manifiesta en toda América Latina, principalmente porque las privatizaciones se anunciaron como grandes beneficios que la gente no percibe haber recibido''. Cristóbal Huneeus, director de Estudios de MORI, explicó que producto de la percepción anterior es que recién ''a partir del 2005, en el Latinobarómetro de ese año se puede apreciar que hay un repunte, donde por primera vez las empresas privatizadas de la región empiezan a mejorar la satisfacción con el servicio''.

''Estos datos muestran cómo en Chile las tres compañías, Telefónica, Aguas Andinas y Chilectra, corroboran esos datos disminuyendo las menciones negativas respecto de los años anteriores. De todo lo anterior se podría deducir que el periodo de instalación de las privatizaciones está empezando a concluir, y que las compañías cuentan hoy con un público que las comprende mejor. Por otra parte, las menciones negativas de compañías que también aparecen en la lista de las top ten mejor evaluadas, muestra como toda compañía tiene positivos y negativos y las oportunidades que esto presenta'', agregó Huneeus. El caso de Celco, en tanto, es bastante particular. Se trata de una empresa que no entrega servicios directos a la ciudadanía, pero los conflictos ambientales en los que se ha visto involucrada, habrían motivado su incorporación, por primera vez desde que se elabora el ranking, en los top ten de las peor evaluadas.

Castigo Sin embargo, a pesar que los consumidores comienzan a ''comprender mejor'' a las compañías privatizadas, lo cierto es que, paralelamente, aflora un cambio cultural dentro de los consumidores, ya que de cada diez, cuatro están dispuestos a castigar a las compañías si es que éstas no es socialmente responsable. En ese sentido, ante la pregunta ''¿ha castigado a alguna empresa por no ser socialmente responsable?'', aumentó de 14% en el 2005, a 17% en 2006 la cantidad de personas que dicen haber castigado a una empresa por no ser socialmente responsable. ''La cantidad de personas que han castigado a una empresa ha cambiado poco en los seis años medidos (de 15% a 17%), sin embargo, la cantidad de personas dispuestas a castigar a una empresa ha aumentado de manera constante de 23% a 39% en el periodo medido, creciendo significativamente después del 2004, posiblemente por las mejores condiciones económicas del país, que se han sentido con mayor poder'', subrayó el director de Estudios de MORI.

La encuesta MORI se realiza en Chile desde el 2001, por sexta vez en 2006, bajo la coordinación de la empresa Globescan, de Canadá. Su metodología consiste en la aplicación de un cuestionario idéntico en todos los países donde se efectúa, permitiendo comparar los datos entre ellos. En Chile se aplicó a 1.200 personas, desde la I a la X regiones, mayores de 18 años, de ambos sexos, residentes en ciudades de más de 40.000 habitantes. Codelco a la cabeza de las mejores

El otro lado del barómetro de responsabilidad social empresarial fue liderado por Codelco, seguido por Líder (una empresa bien y mal evaluada), Coca Cola, Nestlé, Soprole, Falabella, Lever y El Metro.

La cuprera encabeza la consulta sobre cuál es la ''compañía grande'' socialmente más responsable en 2006. Una posición que se repite ante la pregunta abierta de ''¿cuáles son las empresas chilenas que cumplen con su responsabilidad social corporativa?''. Huneeus explicó que los anteriores rankings ''se diferencian, por una parte, por la categoría de las empresas, ya que no es lo mismo una empresa ''grande'' que una ''gran compañía'' internacional o una multinacional.

''En todo caso, a lo largo de los años se observa cada días más una mayor consistencia entre los rankings, apareciendo en las dos preguntas abiertas las mismas compañías con un leve cambio en el orden. Es interesante que en el ranking internacional aparezcan grandes compañías chilenas como Codelco y Líder, seguidas de internacionales, Coca Cola y Nestlé. En el ranking chileno Soprole sube un peldaño, dejando a Nestlé en sexto lugar. Esto indica un muy buen conocimiento del público de las características de éstas dos compañías que compiten en muchos de sus productos'', finalizó Cristóbal Hunneus
Fuente: www.elmostrador.cl, marzo 2006

NOVEDADES SOBRE RSE

La RSE influye cada vez más en los consumidores e inversores

Un informe presentado recientemente en Los Ángeles dio a conocer que la reputación ética corporativa tiene mucho peso a la hora de tomar la decisión de compra de los norteamericanos; sin embargo, las faltas de moralidad en el ámbito de trabajo ponen en riesgo esa buena reputación. La investigación fue realizada por LRN demostró que el 50% de los norteamericanos que tiene acciones en forma independiente en algún momento decidió no invertir en una empresa por creer que su ética es dudosa.

La investigación llevada a cabo por LRN demostró que el 50% de los norteamericanos que tiene acciones en forma independiente en algún momento decidió no invertir en una empresa por creer que su ética es dudosa. Siete de cada 10 dejaron de adquirir productos de alguna empresa por la misma razón.

En ambos casos, tanto para quienes invierten acciones como los consumidores a la hora de elegir productos, tienden a inclinarse por aquellas empresas que cuentan con una reputación positiva, más allá de los precios. Con respecto a esto hubo diferencias a nivel de edad y género: mientras que el 23% de los menores de 35 años dijo que invertiría en una empresa aunque haya tenido irregularidades en su desempeño ético, la cifra baja al 12% en los mayores de 35 años. Entre los que invertirían más allá de la performance el 19% son varones y el 11% mujeres.

Por otra parte, el 48% de los empleados encuestados confesaron haber enfrentado situaciones en las que tuvieron que elegir entre lo que pensaban era lo correcto y lo que sus jefes esperaban que hicieran. Ante esta situación el 77% pidió consejo a terceros (la mayoría a supervisores, colegas y familiares). De éstos, finalmente, casi el 50% hizo lo que inicialmente sentía estaba bien, mientras que el 10% siguió las indicaciones de su jefe.

Dov Seidman, CEO y Chairman de LRN, da 4 sugerencias para ayudar a los ejecutivos a promover la ética en sus culturas corporativas:1. Centrarse en el cómo y no solo en el qué se hace. Cada vez más, las empresas se diferencian no sólo por los productos que ofrecen, sino por los procesos que dan lugar a esos resultados. Esto incluye el cómo producen, cómo venden, cómo hacen alianzas… y más también.

2. Asegurar el liderazgo ético en todos los niveles de la empresa. Un estudio llevado a cabo por Walker Information el año pasado reveló que sólo el 58% por de los empleados podía afirmar que sus superiores eran éticos. Es importante comprender que actuar éticamente es una responsabilidad de todos los que integran, de manera directa e indirecta, la organización.

3.Sistematizar el esfuerzo. Esto implica no sólo definir estándares de conducta, sino también aplicarlos, monitorearlos, evaluarlos y modificarlos si es necesario. Además, se estima que el 69% de las empresas norteamericanas dan capacitación a sus empleados sobre cómo se espera que actúen.
4.Sacar ventaja de la tecnología para asegurar eficiencia y eficacia. Las nuevas tecnologías permiten controlar mejor y en tiempo real lo que ocurre en la empresa, además de permitir diagnosticar mejor el tipo de gobierno corporativo, los riesgos y los esfuerzos necesarios para mejorar.
COMUNICA RSE, Marzo deL 2006.